Tomado del libro El profeta, del poeta libanés Khalil Gibran
Dijo entonces un viejo posadero: Háblanos del Comer y del Beber.
Y dijo él:
Pudierais vivir del perfume de la tierra, y sustentaros de la luz como una planta.
Pero, ya que debéis matar para comer, y robar al recién nacido la leche de su madre para aplacar vuestra sed, haced de ello un acto de adoración.
Y que vuestra mesa sea un altar sobre el que sean sacrificados los puros y los inocentes del bosque y de la llanura por aquello que de más puro e inocente hay en el hombre.
Cuando matéis a una bestia decidle en vuestro corazón:
Por el mismo poder que te inmola yo también seré
inmolado y también yo serviré de alimento a otros.
Ya que la le te ha entregado a mis manos me entregará a manos más poderosas.
Tu sangre y mi sangre no son más que la savia que alimenta el árbol del cielo.
Y cuando mordáis una manzana, decidle en vuestro corazón:
Tus semillas vivirán en mi cuerpo,
y tus brotes del mañana florecerán en mi corazón,
y tu perfume será mi aliento,
y juntos nos regocijaremos estación tras estación.
Y en Otoño, cuando recojáis la uva de vuestros viñedos
para llevarla al lagar, decidle en vuestro corazón:
también yo soy un viñedo y se recogerá mi fruto
para llevarlo al lagar,
y, como vino nuevo seré guardado en eternas vasijas.
Y en Invierno, cuando saquéis el vino, que haya en
vuestro corazón una canción por cada copa;
y que haya en la canción un pensamiento por los días
otoñales, y por los viñedos, y por el lagar.
hermoso......
ResponderEliminarNos sugiere el respeto por toda forma de vida...
ResponderEliminarEs claro contundente
Nos sugiere el respeto por toda forma de vida...
ResponderEliminarEs claro contundente